
Reportaje social
- tamaracaurin
- 1 feb 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 5 feb 2024

Todos aquellos que hayan cogido alguna vez un semanal de un periódico, hayan leído una revista científica, histórica o incluso del corazón, o aquellos que hayan navegado en internet por cualquiera de sus versiones online, tienen al menos una vaga idea de lo que es un reportaje.
Si nos vamos a su definición, como tal un reportaje es un trabajo periodístico, cinematográfico o de otro género que posee una finalidad informativa. El concepto, que tiene su origen en el vocablo italiano reportagio, puede estar representado por un texto, una sucesión de imágenes o un vídeo. En este caso, sobre lo que yo quiero hablar un poco más en profundidad, es sobre su vertiente fotográfica, que es la que a mí me atañe, y tal vez a vosotros os interese. Creo desde mi punto de vista, que el reportaje fotográfico puede tener distintas variantes, como el reportaje periodístico, que trata temas de boyante actualidad, el reportaje documental, que nos permite ahondar en un tema en profundidad, sea de actualidad o no, y el reportaje social.
Este último es al que yo me dedico de manera profesional, o como dicen los hablantes de lengua inglesa, comissioned, y el cual podéis ver en el portafolio de ésta mi página web.
El reportaje social es mucho más de lo que la gente puede creer que es a priori, y tiene una complejidad que va siempre ligada a la inmediatez de las imágenes y a la futilidad del tiempo. Es la única manera que tenemos de salvaguardar nuestros recuerdos más allá de nuestra propia memoria. El reportaje social nos permite transmitir información, tradiciones e incluso sentimientos, a generaciones que tal vez nunca conozcamos. Es además, un medio que te permite crear vínculos sociales similares a los familiares con aquellos que son tus clientes más cercanos. Y no es ni más ni menos que por la confianza que depositan en ti. Cada vez que un cliente te elige para retratar un momento de su vida que considera suficientemente importante como para pretender que perdure en el tiempo mediante tus imágenes, crea un pequeño vínculo contigo, aunque solo sea temporal. Cuando dicho cliente confía de nuevo en ti para otro momento, el vínculo se renueva y se fortalece, y en ocasiones te permite acompañar a esas familias a lo largo de su camino, siendo testigo y dejando constancia de aquellos momentos que significan tanto para ellos.
El reportaje social puede ser una pequeña serie de imágenes que narra un pequeño momento, una serie no tan pequeña que relata un evento de un día o más de duración, o puede ser una larga colección de las mismas, que mediante el paso del tiempo y a lo largo de los años, nos permite ver el cambio de las personas fotografiadas. Puede ser en color o en blanco y negro, pero siempre suele trabajarse con coherencia, y siempre debe narrar una historia, la nuestra.
Eso es el reportaje social, es un ápice de memoria, una huella en el tiempo que escribimos con luz en un trozo de papel.
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