top of page

La maternidad

  • Foto del escritor: tamaracaurin
    tamaracaurin
  • 20 feb 2024
  • 3 Min. de lectura



La maternidad es como una obra de arte, no hay dos iguales. Y es que no hay dos niños iguales ni dos madres iguales, cada uno de nosotros es único. Pueden haber maternidades más fáciles, llevaderas o dulces, y pueden haber maternidades más difíciles, más sufridas o de alta demanda, y cada una de nosotras vive la maternidad de una manera única e irrepetible.

Cada vez que dos madres hablan sobre ello, surgen similitudes pero también diferencias, y no debemos olvidar que cuando hablamos sobre ello, debe siempre ser constructivo y nunca hacer comparaciones, porque eso lleva muchas veces, al sentimiento de culpa. Tengo la suerte de poder decir que este no es mi caso, no me siento culpable por criar y educar a mi hija como lo hago, porque pongo cada átomo de mí misma en ello, y no sé hacerlo mejor. Si me equivoco, que seguro que lo hago, lo hago intentándolo sin descanso.

Para mí la maternidad es otra cosa, y como yo hay muchas más madres que si me leen, sabrán de lo que hablo. Este último año y medio ha sido para mí, si no el más duro de mi vida, sí el más difícil. Porque hace año y medio que nos dijeron que nuestra hija tenía rasgos de autismo, (hablaré de ello en otro post), y a día de hoy seguimos peleando para conseguir saber cuál es su diagnóstico real. Ahora mismo sabemos que hay un retraso madurativo, que tiene rasgos compatibles con TEA, pero avanza a pasos agigantados, y cada día me sorprende con algo nuevo y maravilloso.

No penséis que para mí la maternidad es tener que criar a una niña extraña o diferente, que me hace la vida difícil y dura. Es todo lo contrario. Ella es la luz de mi mundo cada mañana, es el motivo por el que peleo sin descanso, y es mi persona favorita. Pero ser madre de una niña que puede ser autista, genera en mí una angustia sin fin, por la incertidumbre del mañana. Me quita el sueño y la sonrisa no saber si mañana podrá ser lo que quiera, porque ese es mi mayor anhelo. Que no tenga límites ni barreras, que toque el cielo con las manos si lo que quiere es volar.

Para mí la maternidad es tener que aprender cada día de mi vida, como debo tratarla, como debo hablarle, como debo explicarle cada cosa, como aprender a entenderla. Porque si es realmente neuroatípica, no es su mundo el que debe cambiar, sino el nuestro.

La maternidad es un viaje, cada etapa es diferente, como las ciudades y los lugares que vistamos. Unos son cálidos y maravillosos, otros son sofocantes repletos de gente que habla, y otros son áridos y solitarios. Pero en todos ellos podemos aprender algo, podemos crecer como personas, podemos ser mejores.

Así pues, pese a que ser madre es lo más difícil que he hecho en mi vida, es también lo más maravilloso. Creo que nunca se está preparada para ello, por mucho que te cuenten, por mucho que leas, por mucho que vayas a clases, o por muy acompañada que estés, nunca se está ni de lejos preparada. Porque cuando creas que está todo controlado, lo más posible es que aparezca un nuevo reto, con el que de nuevo tengas que esforzarte y aprender. Y si eres madre y me estás leyendo y no es tu caso, pues tu experiencia como madre ha sido y es algo maravilloso que no te ha planteado reto alguno, de verdad que me alegro. Pero si eres madre y muchas veces te sientes perdida, te dicen lo que tienes que hacer, o cómo lo tienes que hacer, o lo que es peor, te dicen que te estás equivocando, voy a decirte algo que espero que te ayude a seguir hacia delante, y que a mí me ayudó mucho cuando una amiga me lo dijo. Eres la mejor madre que tu hijo puede tener. No lo olvides.

Comments


@2024 hecho por Tamara Caurin. Todos los derechos reservados.

bottom of page